sábado, 29 de agosto de 2015

EL PODER DE UNA MENTE ESTRATEGA


EL PODER DE UNA MENTE ESTRATEGA

©Giuseppe Isgró C.

-Las situaciones presentan las oportunidades que determinan la meta, en cuya realización se establecen prioridades que se ejecutan con persistente acción siguiendo los planes de la estrategia hasta alcanzar el éxito-.
Giuseppe Isgró Cattafi

-“El fin de la estrategia es el triunfo”-.
Aristóteles

-“Todo depende de nuestra estrategia”-.
Napoleón Bonaparte




La mente estratega, genera el poder de los jefes y de cualquier persona que anhele optimizar sus resultados y aportar el mejor servicio para la humanidad y para sí, obteniendo, siempre, el mejor provecho de su acción, con el menor gasto de energía, esfuerzo e inversión de recursos. Las claves son:

1.                 La mente estratega piensa, planea y actúa en función de resultados específicos, claramente definidos y enunciados por escrito.
2.                Tiene enunciados, por escrito, objetivos a micro, corto, mediano, largo y macro plazo, con las respectivas estrategias y tácticas aplicadas a un resultado prioritario, a la vez, en su estricto orden de importancia.
3.                Antes de actuar, se hace cargo probable del efecto de su acción y vislumbra el triunfo de su estrategia.
4.                Observa con atención el medio ambiente, sin dejarse engañar por las apariencias de los hechos, por cuanto, más que éstos, lo que importa es la propia actitud y comprensión respecto a ellos.
5.                Sabe que toda situación presenta una oportunidad y tiene la preparación suficiente para descubrirla y aprovecharla útilmente.
6.                Está consciente de que todo obstáculo es una prueba a su capacidad creativa y lo afronta con decisión, generando beneficios compensatorios.
7.                Logra una mejor participación en el mercado, aplica su creatividad para innovar o crear nuevos bienes y servicios que satisfagan mejor las necesidades insatisfechas, actuales y futuras, que las situaciones cambiantes dejan constantemente al descubierto en los diferentes segmentos.
8.                Desarrolla su potencial de liderazgo situacional con el fin de optimizar, tanto los propios recursos, como los de su empresa.
9.                Usa con efectividad todos los medios de que dispone, de manera especial, dirige, en forma efectiva, los recursos humanos puestos baja su responsabilidad, orientando su acción en pos de los resultados que a la vez que le motiven para alcanzar sus propias metas personales, contribuyan al logro de los objetivos de la empresa. Esto le proporciona una sensación de crecimiento, que la mente estratega –en función de liderazgo situacional- sabe aprovechar útilmente.
10.            Emprende toda acción únicamente cuando la meta está claramente definida y dibujada en la pantalla mental, es decir, imaginada y/o visualizada. La técnica que utiliza, para lograr el ideograma claro de los resultados apetecidos es la de efectuar retiros periódicos en la quietud y paz del ser interior, en contacto con las fuerzas creativas del psiconsciente –el espíritu- y con la ecología mental, donde, interiorizándose, medita y antepone su inquietud en forma de preguntas: -¿Qué debo hacer? ¿Cómo hacerlo? ¿Cuánto? ¿Dónde? ¿Quién debe ayudar en esto?, etcétera.
11.            Una vez obtenida la respuesta interna a su planteamiento, dibuja el plan en la pantalla mental, el cual re-visualiza diariamente, y transcribe para imprimirle carácter de permanencia.
12.            Le es, también, conocido, el secreto de que, a un cierto momento, debe descontinuar su atención objetiva a dicha realización, dando así oportunidad a que actúen las fuerzas del psiconsciente, quienes, en forma automática, seguirán el curso de su acción realizadora en pos de la meta propuesta.
13.            Abre el canal de la realización con el proceso de la visualización creativa, el cual, luego, dócilmente, habrá de seguir la voluntad, de igual manera que el cauce de un río sirve de canal a la potencia de su corriente de agua.
14.            Actúa como si…..ya estuviese en posesión del logro que aspira alcanzar, aplicando la Ley de la Asunción Cósmica, es decir, sume el logro, trabaja persistentemente y confía en la obtención de los resultados, oportunamente.
15.            Aplica el poderoso secreto de prestar un efectivo servicio, tratando a los demás de la misma manera en que le gustaría recibir el trato correspondiente, en idénticas circunstancias.
16.            Hace lo que debe, en el momento oportuno, en el lugar adecuado y obtiene, por añadidura, los logros equivalentes.
17.            Optimiza más su potencial de estratega, con creatividad y confianza plena.
18.            Cada vez que afronta una situación por resolver, se sienta en un lugar tranquilo y anota todos los aspectos cuya solución busca. Al escribirla, toma control de la situación en su dimensión objetiva exacta, siendo más fácil percibir las eventuales alternativas que constituyen probables soluciones, las cuales evalúa y elige la que mejor satisface los resultados esperados con la toma de decisiones, tanto para reestablecer el orden previamente existente como para impulsar un cambio que vaya más allá de la situación actual.
19.            Una vez tomada la decisión, con mente decidida y confiada, emprende la acción y persiste en ella hasta imantar los resultados apetecidos.
20.            Se concentra en los objetivos que debe realizar en su estricto orden prioritario y mantiene, constantemente, la atención puesta en el blanco, un blanco prioritario a la vez, hasta que lo alcanza y pasa al siguiente. Sabe, que donde concentra la atención se expande la conciencia y la capacidad de realización en el menor tiempo posible y una a una logra todas las metas realistas, alcanzables y que han implicado un reto en el momento en que se las planteó, cuya motivación y entusiasmo, en alcanzarlas le constituyen en incansable.
21.            Alcanza cada vez más y mejores logros, tanto para la organización para la cual presta servicios como para beneficio de la humanidad y para sí, manteniendo una constante actualización en todas las áreas de su interés para detectar la creación e innovación de nuevos bienes y servicios que le permitan mantener la vigencia en el mercado y en la sociedad en que cumple su rol de liderazgo y desempeño profesional y personal.
22.            Practica el arte del desapego.
23.            Hace, siempre, un poco más de lo que la tarea requiere, por eso está siempre adelante.
24.            Sabe que hay un lugar, en la vida y en todas las realizaciones, para cada persona, de acuerdo al plan de la inteligencia infinita.
25.            Está consciente de que toda oferta genera su demanda y toda demanda, su oferta. Pero, se ubica, en la realidad del mercado y aplica una variante de la ley de Pareto: el 20% de todo lo que haga generará el 80% de resultados; el otro 80% de actividad, solo el 20%. Se centra en las actividades del primer grupo, para tener más tiempo disponible.
26.            Se ocupa de actividades que aporten beneficios a la humanidad, asumiendo una cuota de responsabilidad social, satisfaciendo necesidades insatisfechas, en las mejores condiciones del mercado.
27.            Se forja constantemente propósitos de servicio, detectando, constantemente, en su entorno, qué cosas requieren ser mejoradas y al asumir el reto de hacerlo, cada día tiene un motivo de vida que le aporta vitalidad, entusiasmo y la canalización de su creatividad que le impulsan hacia un constante crecimiento personal y profesionalmente.
28.            Enuncia las preguntas que aún esperan su respectiva respuesta y se avoca, personalmente, a encontrarlas, lo cual expande su conciencia en una visión más amplia de la vida y del entorno universal del que forma parte.
29.            Infunde confianza a todos quienes poseen conocimientos para que se avoquen a un servicio más efectivo a la humanidad, motivándole a la asunción de objetivos que generen resultados efectivos para sí y para el entorno social.
30.            Sabe que siempre hay algo por hacer y lo encuentra. Generalmente son situaciones por resolver, las afronta y aprovecha la oportunidad inherente.
31.            Siempre encuentra su tarea de turno apasionante, por lo cual se le fe feliz y alegre. Sabe que la vida le ha colocado en este planeta con una misión especial y que tiene la responsabilidad de cumplirla; cuando se forja un propósito de vida, con sus respectivos objetivos a corto, mediano y largo plazo, está demostrando con hechos que ha asumido su responsabilidad y la misma vida le va ayudando, de múltiples maneras, a manifestarlo de la mejor manera posible, ya que, esa oferta de servicio genera la demanda correspondiente y se pasa a formar parte, armoniosamente, del engranaje cósmico.
32.            Se plantea metas muy elevada y piensa en hacer cosas que nadie ha hecho antes, con lo cual impulsa el progreso a nuevos niveles evolutivos.
33.            Dedica un tiempo, diariamente, a estudiar, relajarse, meditar y visualizar debidamente realizados los objetivos de turno en que trabaja y hace nuevos planes para el futuro.
Adelante. 


EL PODER DEL DESAPEGO


EL PODER DEL DESAPEGO

 

©Abg. Giuseppe Isgró C.

 

 

 

En el plan de vida que cada ser trae al presente ciclo existencial, que el mismo –y las personas involucradas- realizara, previamente a su reencarnación y con la aprobación de los regidores cósmicos, está contemplado todo lo que precisa para culminar, exitosamente, esta etapa, en la espiral evolutiva.

Ese todo, incluye la cosecha de vidas anteriores de acuerdo a la ley de causa y efecto, -siembra y recogida-, es decir, la ley del karma, que compensa las acciones pasadas y ubica, a cada quien, -de acuerdo a la ley de la afinidad y a las leyes de justicia e igualdad-, en el orden que le corresponde en el quehacer universal, en forma automática y sin esfuerzo.

Incluye una especie de crédito cósmico que facilita los recursos necesarios para emprender -y llevar a cabo-, los propios objetivos y las cuotas de resultados asumidos como aportes al bien común y a la Gran Obra.

Esto ocurre con naturalidad y representa a los dones que la Providencia va trayendo, cada día, como manifestación del propio plan de vida.

Es decir, el plan de vida de cada ser tiene previsto todo lo que debe hacer –y dejar aparte-, y los recursos necesarios que, en cada etapa, precisará, los cuales el mecanismo de la vida aportará oportunamente, antes de que sean necesitados. Es allí la importancia de administrar los períodos de abundancia con sabiduría.

¿Cuáles son esas cosas que se deben hacer, o, es necesario dejar de realizar?

Ese es el punto clave. Es preciso conocer las leyes cósmicas, y, lógicamente, como decía Quilón, “conocerse”, en el aspecto físico y espiritual, con una perspectiva universal de la vida.

La clave consiste en centrarse en las cosas esenciales al plan existencial, para aprovechar los dones de la vida cuando la Providencia los ponga al propio alcance.

Allí es donde el desapego entra en juego. Se requiere apartar la atención del propio ego y centrarla en el Creador Universal –la Fuente, la Rueda de la Vida o el Círculo y el signo más- y, mediante la conexión divina, dejar que fluya el conocimiento, la luz, la sabiduría y el poder de Aquel que lo sabe y puede todo, mediante las inmutables y eternas leyes cósmicas.

Entonces, en armonía con los valores universales cuya guía funge de sentidos cósmicos, se entra en un estado de iluminación, donde las intuiciones –percepciones  en la conciencia- y las inspiraciones –comunicaciones por el pensamiento, de los guías espirituales, dentro del pensamiento de cada ser-, y los sentimientos que expresa el Gran Pedagogo en la propia conciencia, -Comunicación del Creador Universal con cada ser-, la persona va percibiendo, con claridad los objetivos que, día a día, deberá realizar y cada una de las necesidades que experimenta expresará el poder potencialmente infinito del cual está dotado, en el grado suficiente, para permitirle su satisfacción y aprovechamiento de la oportunidad inherente.

Comenzarán a surgir las coincidencias que harán que la vida fluya en armonía con todos dentro de grandes caudales de abundancia, -abundancia cósmica, sea cual fuere su grado de expresión en un momento dado, el cual es preciso aceptar tal cual es-.

¿Cómo efectuarlo? Es sencillo. La práctica del desapego conlleva dejar de pensar en lo que se carece y centrar la atención en lo que se posee, dando las gracias por ello. En lo que centras la atención se expande la conciencia y el poder de atracción. Se atrae lo análogo al contenido de los propios pensamientos.

Anota, ahora mismo, cien cosas –o más- por las cuales puedes dar gracias a la vida. Reléalas continuamente.

Practica la relajación profunda, diariamente, de los pies a la cabeza. Pero, sobre todo, relaja a fondo, largamente, los pies, concentrándote en los tobillos, y desde allí, sentir ambas plantas.

Cada vez que afrontas una situación, o deseas realizar un objetivo importante, practica el desapego, es decir, busca lo justo para las partes involucradas, debiéndote ser indiferente su logro, dejando que la vida traiga el resultado factible por el mejor canal posible, única manera de tomar el control sobre la situación.

Actúa como si…ya el resultado estuviese alcanzado satisfactoriamente, dando por hecho el logro en su manifestación óptima, siguiendo impasible, inmutable y tenazmente hasta la meta.

Permite que las cosas fluyan tal como deben hacerlo. Céntrate en el Creador Universal, y practica el constante recuerdo de Él, mediante la repetición de su nombre: ELOÍ. Hazlo diez, cien, mil veces o más, cada día.

Aún en los casos más complejos, en las horas siguientes comenzarán las cosas a tomar su propio cauce, de la mejor manera posible para todas las partes involucradas, y a veces, hasta sus efectos menos favorables suelen resultar providenciales, por evitar, generalmente, cosas de mayor envergadura.

La conexión divina mediante la constante repetición del nombre del Creador Universal -y la meditación en Él y sus atributos-, dejando que Él canalice sus sentimientos acordes a los valores universales en la propia conciencia, como guía espiritual, -voz de la conciencia y/o conciencia cósmica-, es una práctica efectiva del desapego, cuyo elevado estado de iluminación permite que se exprese la Voluntad Cósmica Regidora, en el propio plan de vida.

 

**

 

La practica del desapego es la demostración suprema de la maestría del ser en el arte de vivir, por cuanto evidencia conocimiento de las leyes cósmicas que rigen la vida y el universo; demuestra, también, el dominio total de su puesta en práctica.

El poder de elegir es uno de los grandes recursos con el que, el ser humano, está dotado como una derivación fundamental del libre albedrío con que le ha dotado la naturaleza de las cosas.

Fruto de los propios deseos, la voluntad realiza actos que habrán de conformar el destino inherente, o karma, positivo o negativo, de acuerdo a la siembra efectuada, lo cual, habrán de ubicarle o reubicarle, empujarle o inhibirle, en un momento dado.

Para alcanzar la auto liberación es preciso que antes se compensen las deudas kármicas previamente adquiridas.

Apegarse, limita las cosas nuevas que habrán de sustituir las que, ya, han dejado de ser útil. Mientras más profunda sea la zanja del apego, mayor esfuerzo será preciso para salir de ella, por medio de la practica del desapego.

Si se va a realizar una transacción comercial, dejar de apegarse a un solo prospecto, implica la ventaja de aprovechar el que la vida, en el momento oportuno, aportará.

Al emanciparse de una sola doctrina o determinada corriente de pensamiento, significa que se tiene la mente abierta para recibir la verdad universal en donde se encuentre y sea quien fuere que la haya percibido; denota el darse cuenta de que, todo el conocimiento existente, en todas las corrientes de pensamiento, constituyen nuestra propia herencia cultural o espiritual.

Apegarse a algo, significa excluir todo lo demás; mientras que, el desapego, deja en libertad de recibir lo que mejor la vida pueda aportar, en cada caso, siguiendo el curso de acción más conveniente.

Sin importar quien sea el líder, en cada circunstancia, si éste está compenetrado con la doctrina universal, con una clara percepción de la realidad temporal que afronta, y la asume, sin evasión y desapego, siempre obtendrá los mejores resultados factibles, de igual manera que cualquier otro, en su lugar.

La clave es el desapego, buscando el bien para todas las partes involucradas, cumpliendo el propio deber, caso contrario, se autoexcluirá, automáticamente.

Para emancipar a la humanidad es preciso difundir en mayor grado la doctrina del desapego, en la búsqueda de la verdad universal.

Es necesario ejercer el privilegio del libre albedrío de acuerdo a los parámetros de los valores universales y a la práctica de todas las virtudes, incluyendo la prudencia, la sabiduría, la justicia, la fortaleza, la templanza y la belleza, recordando el efecto liberador del perdón, la fuerza creadora y positiva de la gratitud y el poder superior del amor, en conexión divina con el Creador Universal.

Empero, la práctica del desapego implica paciencia, tolerancia, confianza en sí y en la vida, expectativas positivas en los resultados, optimismo, autodominio, respeto a todos y a todas las expresiones de vida, en los tres reinos naturales.

El desapego constituye la auténtica búsqueda de la excelencia, del mejor curso de acción, en cada caso, de la perfección factible en la obra a realizar y de una vida sujeta al ideal sublime concebido por la mente universal reflejado en la conciencia de cada ser, mediante la intuición, la inspiración, la motivación y el entusiasmo, con una clara conciencia de servicio, de manera que, cada ser, pueda constituir un idóneo instrumento de la voluntad divina, dejando que el Creador Universal se exprese, en la propia conciencia, por medio de los sentimientos de los valores universales, como guía de vida, sublime manifestación del desapego.

El desapego, denota confianza en los resultados positivos y facilita la obtención de los mejores posibles, en cada caso.

El desapego deja en libertad la imaginación y la creatividad fluye buscando el mejor cauce de autoexpresión. Permite que fluya, libremente, la abundancia, la riqueza y la prosperidad.

El desapego activa la generosidad, mediante la cual, dando, se recibe más y mejores cosas; evidencia un elevado grado de mentalidad triunfadora y de sabiduría.

Hay que fluir con la vida, sin forzar los resultados ni las soluciones, respetando las libres elecciones de los demás, ya que, toda inherencia en las vidas ajenas se revertirá en la inherencia de otros en la propia vida, debiendo compensar el karma, para auto liberarse.

Para vivir en libertad, sin coacción de nadie, es preciso abstraerse de los demás, sin juzgar a nadie, con total y absoluto desapego e impasibilidad, con la mente centrada en los propios objetivos y en la fuente universal, como medio de conexión divina y disciplina espiritual.

El desapego permite aprovechar las oportunidades encerradas en cada situación que se afronta, cada día, por cuanto, el mecanismo de la vida es la de buscar, y encontrar, la mejor solución en cada caso, lo cual se manifiesta por medio de motivación, el entusiasmo, la intuición, la inspiración, la fuerza de bloqueo y la fuerza de empuje.

Al actuar de acuerdo con las directrices de la sabiduría de los valores universales, sobre los cuales se fundamentan las leyes cósmicas, se permite que éstas actúen sin interferencia para asistir a la persona en particular y para compensarle, ayudándole en la realización de la cuota de cooperación en la gran obra.

Quien domina el arte del desapego, utiliza el conocimiento de los beneficios para convencer, sin forzar, aportando los elementos de juicios para que la persona, o personas involucradas, tomen las decisiones con total libertad, asumiendo los propios riesgos y pagando –o minimizando- el costo de oportunidad inherente. Lógicamente, ejerce el mismo derecho en cuanto a la propia libertad.

Cuando se practica la visualización de los resultados anhelados como si hubiesen sido alcanzados en su fase culminante y exitosa, sin involucrar canal alguno de manifestación, es preciso dejar en libertad a la mente psiconsciente para la respectiva manifestación en la dimensión física, mental o espiritual. Ella conoce mejor el medio ideal para cada logro, en el momento perfecto.

El desapego, permite caminar libremente por la vida sin interferencias de nadie, y sin interferir con nadie, dejando que la vida fluya con libertad, aceptando las cosas como son y haciendo que sean como deben ser, de acuerdo con los planes trazados por el Gran Arquitecto del Universo y en armonía con todos y con el todo.

En la conciencia intuitiva, el ser percibe, oportunamente, el conocimiento exacto del qué, del cómo, del cuándo, del dónde, del quién, del cuánto y del por qué. Además, la inspiración de los guías y protectores espirituales, y la del Creador Universal, guían las propias acciones con las fuerzas de empuje y las de bloqueo, en la perfecta sincronización cósmica. El desapego es el vehículo para la perfecta expresión

Adelante.

 

 

CONFIAR EN QUE LLEGAS A LA META


CONFIAR EN QUE LLEGAS A LA META

©Giuseppe Isgró C.


-“Tened confianza en vosotros;…por lejano que os parezca un resultado, …no desesperéis jamás de conseguir vuestros propósitos”-.
Paul C. Jagot

La confianza es la fuerza psico-dinámica que atrae a los elementos útiles a la realización del plan elaborado, es decir, activa a la ley de atracción.
Cada ser, como ente activo de la humanidad, lleva a cabo proyectos que coinciden, complementan y son complementados, a la vez, por los de otras personas. En la realización de los propios objetivos, se precisa el concurso de los demás, mientras que éstos también requieren del servicio que cada quien pueda ofrecer.
Es la ley de la oferta y la demanda. La ley de Say, expresa: -“Toda oferta crea su demanda”-. Por supuesto, toda demanda genera su oferta. Esta valiosa ley económica funciona en todos los ámbitos de la vida humana y universal. Es decir, se puede tener la confianza absoluta de que, sin importar cual fuere el servicio que se pueda ofrecer, siempre se encontrará la respectiva demanda, de acuerdo a la realidad del mercado.  
 Las fuerzas proyectadas con confianza plena, -al realizar los objetivos programados-, sintonizan y reciben eco –respuesta- de quienes se encuentran en condición de cooperar con su aporte.
En cualesquiera situaciones de la vida humana, ten confianza y valor de seguir adelante, de persistir un poco más cada vez, y te sorprenderás como después de poco tiempo las cosas adquieren el cariz positivo adecuado y tú logras el objetivo propuesto.
Dentro de ti yacen fuerzas creativas y poderosas que ahora usas en un grado más elevado, de acuerdo a su verdadera capacidad y potencial, cuya performance optimizas cada día más. Libera tu tremenda fuerza creativa, el poder de tu voluntad y la imaginación creadora, en cooperación recíproca, conjuntamente con tu auto-confianza y conquistarás –cada día más y mejor- lo que te propongas, siempre que ello sea beneficioso, oportuno, conveniente y debas hacerlo, respetando los derechos de las partes interrelacionadas.
La auto-confianza garantiza tu plan básico en la vida. Adquiere pues, con la práctica de de los principios y técnicas de CÓMO POTENCIAR EL AUTODOMINIO, mayor grado de seguridad y programa tu porvenir con el cumplimiento exitoso de tu meta personal.

ACTUAR CON EXPECTATIVA POSITIVA

Decidido el plan estratégico de los resultados que se desean alcanzar, se pasa a la acción tenaz, para recorrer, paso a paso, el camino, con expectación positiva, la cual permite mantener, con confianza plena, la imagen mental que acentúa el poder magnético que, según el principio de lo semejante atrae a lo semejante, imanta a los elementos coadyuvadores a la realización de la meta.
La expectación positiva crea los resultados a nivel mental, los desarrolla y los fortalece. Por la ley cósmica: Cómo es en la mente se crea en la vida, exteriorizas los resultados apetecidos en la misma proporción en que poseas fuerza, determinación y poder moral para hacerlo. Recuerda que, de acuerdo a otra de las leyes cósmicas, cada quien toma afuera según tiene adentro.
Siempre se crea en lo externo lo mismo que está en la mente. Esto presenta una perspectiva alentadora por cuanto puede reorientarse, -y dirigirse-, el contenido mental con fines netamente preestablecidos y en función de metas específicas. Pero debe creerse poder hacerlo, tener confianza, actuar como si…ya se hubiese creado. Seguir adelante, ….confiar,…confiar, repetirse constantemente: -todo va bien, ….todo irá bien y así será.

**

Cuál es la perspectiva de una persona optimista frente a la vida y a las circunstancias que afronta en el diario acontecer? En qué modo se modifica, la misma, en quien su esquema mental sea la polaridad opuesta?
Cómo influye en el logro de sus objetivos, el optimismo o la falta de él, en cualquier persona?
Ante de todo, qué es el optimismo? Una de sus principales características es la propensión a ver las cosas en sus aspectos más favorables. Es decir, ver la botella medio llena en vez de medio vacía; la nuez dentro de la cáscara, en vez de sólo ésta, o la oportunidad dentro de cada situación que se afronta y dar las gracias por ella sin importar el grado de esfuerzo requerido.
Existe toda una doctrina metafísica en torno al optimismo y uno de los filósofos racionalistas que estudió a fondo este tema fue Gottfried  W. Leibnitz, quien a finales del siglo XVII e inicio del XVIII, sustentaba la idea de que –“gracias a la armonía preestablecida por el Ser Universal se disponía el mejor de los mundos posibles”-. Esta teoría se conoce como optimismo metafísico, la cual sostiene que la verdad se sustenta en la razón y en los hechos. Por la primera, la verdad es inmutable, por ejemplo: dos por dos son cuatro y no podría ser de otra manera, por cuanto ello crearía una contradicción. En cambio, por los segundos, el planeta tierra tiene un satélite; es una verdad de hecho, pero ésta sí podría cambiar y ser de otra manera.
Dentro de la capacidad perceptiva del ser existe la intuición que facilita el conocimiento de la realidad en su doble vertiente basada, la primera, en los valores universales inmutables y, la segunda,  en la sustentada por hechos sujetos a cambio de tendencias o manifestación, como efectos que son de una causa que los genera, y al cambiar ésta se modifican aquellos.
El conocimiento de la realidad universal: 1) De los valores universales, principios cósmicos y sus respectivas leyes eternas e inmutables. 2) La percepción del Ser Universal y sus atributos divinos, y la factibilidad de conexión permanente con la Inteligencia Infinita del Universo –como canal de Luz y expresión de la voluntad divina-. 3) La visión de que el ser humano está constituido por un espíritu eterno e inmortal, con preexistencia y supervivencia al presente ciclo de vida. 4) El estar consciente de la ley de reencarnación y la ley del karma y del vipaka, en la eterna y continuada vida, es decir, la pluralidad de existencias. 5) La pluralidad de mundos habitados. 6) La ley de evolución y el eterno progreso. 6) La solidaridad universal. 7) La conformación de una sola ecología mental, cuyas facultades espirituales le permiten al ser, en los cuatro reinos naturales, una interconexión permanente con todas las mentes de acuerdo a la propia esfera mental o estado de conciencia. 8) La unificación de los estados de conciencia archivados en la memoria espiritual, fruto de incontables ciclos de vida, por medio de la meditación profunda, permite aflorar, en la conciencia, la percepción de una perspectiva optimista, ya que, a nivel intuitivo, o inspirativo, se hace cargo probable de los resultados finales positivos, en cada etapa, de acuerdo con los planes cósmicos. 9) Toda manifestación de la energía positiva se realiza con un fin ulterior bueno o favorable.
Después de esta breve abstracción, en el ámbito tangible se puede ilustrar el efecto de la actitud expectante optimista, con el siguiente ejemplo: En 1930, con el inicio de la Facultad de Parapsicología, en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, U.S.A., el Dr. Joseph B. Rhine y su equipo de colaboradores, llevaron a cabo un descubrimiento que, aquí, nos permite interrelacionar consecuencias interesantes.
Al efectuar miles de experimentos de laboratorio con las veinticinco cartas Zener, -diseñadas por Karl Zener, –con cada uno de los siguientes símbolos repetido cinco veces-: el cuadrado, el signo más, el círculo, las ondas y la estrella de cinco punta, el Dr. Rhine había llegado a la conclusión de que, cualquier persona sin ningún tipo de desarrollo en su facultad de percepción extra-sensorial, por efecto de la casualidad, según riguroso cálculo estadístico- debía tener cinco aciertos; cuando éstos eran superiores a cinco, -hasta veinticinco-, cada acierto adicional reflejaba la presencia de un equivalente grado de desarrollo de la facultad de percepción extra-sensorial; análoga relación estadística habían determinado para los experimentos de psicoquinesia. Pero, ocurrió algo que le llamó poderosamente la atención. Algunos sujetos de experimentación lograban resultados por debajo del mínimo que debía ser alcanzado por efecto de la casualidad por cualquier persona que no presentase ningún tipo de capacidad de percepción extra-sensorial.
Después de analizar a fondo el caso, se percató de un hecho notable, revelador y, para nosotros, de gran significación. Aquellas personas que obtenían resultados por debajo del mínimo esperado, sí presentaban un estado desarrollado de su capacidad de percepción extra-sensorial -y también, psico-cinético-, solo que en sentido inverso. Es decir, su expectativa negativa de logros le hacía alterar los resultados mínimos que debían haber obtenido por vía de la casualidad.
Qué ocurre en la vida? El esquema de la naturaleza de las cosas conlleva a que, cualquier persona, en condiciones normales, llevando a cabo determinadas actividades, debería obtener cierto grado de resultados probables y factibles que representase un éxito mínimo, haciendo siempre, lo repetimos, lo que se precisa. Empero, muchas personas, por su expectativa negativa o pesimismo, alteran los resultados mínimos o máximos que, con una actitud o enfoque optimista, sería fácil de obtener.
Las expectativas siempre se cumplen, tanto si son positivas, o negativas. Se tiende a crear lo que se piensa o espera. Siddhartha Gautama, decía: -“Prosigamos hasta la meta, nuestros pensamientos crean el mundo”-. Los pensamientos tienen un poder de atracción y repulsión. Lo semejante atrae a lo semejante. Las expectativas positivas u optimistas atraen a los elementos coadyuvantes y repelen a los opuestos.  Mi amigo Ricardo Guada, -exitoso industrial venezolano-, tiene un excelente lema: -“Si quieres saber como será el futuro, predícelo”. Generalmente, se cumplen las propias expectativas. Que el optimismo genere la energía del progreso constante y cada vez que se requiera potenciarlo es preciso centrarse en la cualidad positiva anhelada, con calma imperturbable, visualizando los resultados ya realizados en forma satisfactoria. 

 Adelante.

EL PODER DE LA OBSTINACIÓN


 EL PODER DE LA OBSTINACIÓN

©Giuseppe Isgró C.



 Herman Hesse, comentaba en uno de sus ensayos, que la palabra que más le había emocionado, y a la cual siempre había prestado una atención especial, era “obstinación”, equiparable a “tenacidad”.
 Se refería a esa clase de obstinación que engendra una fuerza de voluntad de tal magnitud que conduce a la persona a superar cualquier obstáculo, de la índole que fuere, empleando los recursos esenciales hasta alcanzar la meta.
 Tomás Alva Edisón, era de este temple. El 21 de octubre de 1879, después de realizar más de diez mil experimentos para encontrar el filamento y la técnica adecuada mediante la imaginación sintética, perfeccionó la primera bombilla eléctrica.
 La obstinación de Henry Ford, de construir el motor V-8, hizo realidad algo que sus mismos ingenieros creían imposible. Solía decirle: -“Lo quiero y lo conseguiré”.
 Napoleón, borró de su diccionario la palabra  “imposible”; tal eran su determinación de triunfar.
 Simón Bolívar, en Casacoima, en condiciones adversas, soñaba con los éxitos de la campaña del Sur. En Pativilca, postrado, a la pregunta de Don Joaquín Mosquera: -“Y qué piensa hacer usted ahora?”, –con  ojos resplandecientes, expresión decidida y confiada actitud, responde: -“Triunfar”; haciendo realidad, poco después, su sueño de la emancipación latinoamericana.
 Es la tenacidad de aquella hormiga que, con una carga de mayor volumen que la de su cuerpo, se volvió a levantar una y otra vez en el ascenso de un escalón, hasta que, felizmente, a la treinta y seisava vez, logró superarlo, inspirara a un famoso líder que, después de una fallida contienda, le observaba, haciéndole tomar, la inspiración que recabó de ello, la determinación de reagrupar a su gente y reemprender las acciones, saliendo triunfante en las mismas.
 No existen barreras infranqueables para una mente determinada a triunfar.
 De esta casta de seres extraordinarios que han hecho de la obstinación el instrumentos de sus múltiples y continuos triunfos, era, con certeza, el Ilustre, P:. y QH:. José Antonio Páez, que en la batalla de las Queseras del Medio, solamente con ciento cincuenta y tres hombres, elegidos por él, venció a Pablo Morillo, con siete mil hombres. Simón Bolívar, El Libertador, que había presenciado los sucesos, emocionado y admirado, a la vez, mediante una proclama, elogió lo ocurrido como “la mayor hazaña heroica de todos los tiempos”. Constituye un paradigma indiscutible.
 Ignacio de Loyola, en un aforismo, parafraseado, expresó: -“En tiempos menos fáciles no hay que mudar de propósito”, indicando, expresamente, que jamás debe abandonarse un proyecto a mitad de camino.
 La inmutabilidad en la realización de los objetivos identifica a los triunfadores, en los tres reinos de la naturaleza.
 Esa planta que habiendo sido pisada, se vuelve a erguir, demuestra una voluntad férrea de vivir con dignidad.
 El águila que, al llegar a una edad intermedia,  debe tomar la difícil decisión de desprenderse de su pico y plumaje, en un proceso nada fácil de renovación que dura ciento cincuenta días; muchas la toman; otras no. Quien decide hacerlo,  con renovada fortaleza vive los siguientes 35 años. 
 Michele Isgró Scibilia, solía decir: -“Cuando el mundo parece que se acaba, comienza de nuevo”-.
 En la obstinación reside uno de los mayores secretos del éxito; en el momento de negarse en abandonar, persistiendo impasible en dirección de la meta, en ese mismo instante se activan los poderes creadores de la mente y se comienza a tomar el  control de las propias fuerzas y de las circunstancias exteriores; oportunamente, se gestan los resultados.
 Obstinación, es una hermosa palabra que encierra en sí misma un mundo de creación y objetivos felizmente realizados o en camino de serlo, sobre todo si lo justo rige la intención.
 Imaginemos a la tenaz y victoriosa hormiga, exhortar a sus congéneres, diciéndole:-“Conquistad vuestras metas con calma imperturbable, impasibilidad, serenidad y paciencia, haciendo uso de de los dos mayores poderes existentes: el amor y la obstinación triunfante. ¡Triunfad, ahora y siempre!”-.
 La tenacidad de un jardinero que siembra las semillas, las riega con dedicación y amor, hasta que un día contempla extasiado a las hermosas y radiantes flores; parecieran sonreírles agradecidas.
 La fábula del rosal, de Niko Kazantzakis, encierra una hermosa moraleja: -“Un día, las ortigas pidieron al rosal: -Señor rosal, ¿no quieres enseñarnos a nosotras también tu secreto? ¿Cómo te ingenias para hacer las rosas? Y el rosal respondió: -Hermanas ortigas, mi secreto es muy simple. Durante todo el invierno, con paciencia, confianza y amor yo trabajo la tierra y solo tengo una cosa en mi mente, la rosa. Las lluvias me azotan, los vientos me deshojan, las nieves me cubren, pero yo solo una cosa tengo en mi mente, la rosa. Éste es mi secreto, hermanas ortigas”-.

Adelante.