SABER LO QUE QUIERES
Y HACIA DONDE VAS
©Giuseppe Isgró C.
-“Para volar tan rápido como el
pensamiento y a cualquier sitio que exista…. debes empezar por saber que ya has llegado….”-.
R. Bach
-“El que empieza algo ya tiene
conseguida la mitad. Atrévete a ser sabio: empieza ya”-.
Horacio
-“El mundo dará pasó al hombre que
sabe a donde se dirige”-.
Ralph Waldo Emerson
-"Cuando expresas gratitud al Ser
Universal, diciendo: -Gracias, Eloí, porque ya sé lo que quiero y hacia donde
voy-, has creado ya la condición idónea para percibirlo y realizarlo, en el
aquí y ahora"-.
Giuseppe Isgró Cattafi
La clave del éxito, en la vida de toda
persona acostumbrada a obtener
resultados positivos, reside en saber lo que quiere y hacia donde va.
Concentra su energía, esfuerzo y creatividad mental únicamente a un objetivo a
la vez, siguiendo la línea recta y sin desviaciones de ninguna naturaleza.
Determina, primeramente:
1.
Qué es lo que
quiere en la vida. Es preciso tener una meta claramente definida, enunciada por
escrito, con la descripción de los resultados que deben ser alcanzados.
2.
Divide la Gran Meta en objetivos
parciales, estableciendo las prioridades y fechas máximas probables de
realización de cada una, lo cual genera un compromiso y asume el reto de la
obtención del logro, aplicando una de las leyes más poderosas: la ley de la
asunción, es decir, da por hecho que en el lapso prefijado lo va a llevar a
cabo.
3.
Planea cómo va a
lograr los respectivos resultados.
4.
Actúa, en todo
momento, con expectación positiva.
5.
Se aboca con todas
sus fuerzas y recursos a realizar los resultados apetecidos, en cada etapa, con
tenacidad, voluntad decidida, desapego, auto-confianza e imaginación creadora.
6.
Efectúa una
retroalimentación constante para corregir las eventuales desviaciones del
resultado apetecido.
La vida te ha dotado con todo el potencial
necesario, y adecuado, para realizar los proyectos que concibes en tu mente!
Toma con sabiduría lo que necesitas y lleva a cabo tu obra. El proyecto por
realizar te pertenece y con él das tu aporte –cuota de engrandecimiento- a la Creación. Haz obras
valiosas y hermosas para que reflejen la belleza y sabiduría de tu espíritu.
Luego, lo que haces y los resultados que obtienes dirán quien eres.
Tan pronto hayas definido lo que quieres en
la vida pon manos a la obra con rapidez. Escribe tu proyecto para darle
carácter de permanencia, anotando las diferentes etapas del mismo y revísalo
por lo menos una vez al día. En el acto de escribir tus objetivos y los
resultados que esperas alcanzar, a corto, mediano y largo plazo, se activan los
poderes creadores de la mente que van a coadyuvar a su realización. En esto
reside uno de los secretos más poderosos de la ciencia de la realización
personal.
Planear la estrategia para alcanzar el éxito en
cualquier meta, comienza con adecuar el pensamiento estratégico a la realidad
que se afronta.
El pensamiento estratégico puede desarrollarse.
Debe adquirirse el hábito de actuar estratégica y tácticamente en todas las
situaciones en que se interactúa, tanto a nivel de empresa como personal,
aplicando el método científico, la creatividad y la intuición, es decir, la
mente objetiva y la subjetiva; el poder de la razón y el poder
perceptivo-creador del espíritu, de lo cual resulta una combinación en alto
grado efectiva. A lo largo de CÓMO
POTENCIAR EL AUTODOMINIO el lector -o la lectora-, encontrará todos los
recursos necesarios para su puesta en práctica.
La estrategia del éxito, en todos los ámbitos
esenciales de la vida, es un proceso cuyos factores claves pueden
identificarse, sirviéndose de ellos con profundo dominio en el logro de los
resultados a que se aspira.
Adoptar el hábito de actuar en base a planes
estratégicos transforma el propio modo de vida, adecuando toda acción al logro
de resultados específicos, previamente identificados.
La vía más corta, entre dos puntos, siempre
es la línea recta, en cuyo recorrido debe accionarse con disciplina férrea,
tenacidad, constancia y esfuerzo concentrado, con lo cual, con paso firme se
alcanza la preciada meta. Recordemos otra vez el aforismo de la antigua Roma: -“La gota de agua constante orada la
roca”. Quien persevera en su acción
alcanza el resultado esperado. Paso a
paso, con claro sentido de las prioridades, triunfa la persona con mente
estratega y decidida a vencer cualquier obstáculo que se interponga en su camino,
hasta alcanzar su respectiva meta, en cada una de las fases de la vida. Nada ni
nadie tiene la potestad de interferir en la realización de los propios
proyectos, por lo cual, al ejercer el propio derecho y cumplir con el deber
inherente, todos se apartan para dejar el libre paso a quien conoce de antemano
el lugar hacia el cual se dirige, para ocupar el puesto que le corresponde en
el escenario del universo y en los acontecimientos según los tiempos.
La meta claramente definida, enunciada por
escrito, con la descripción de los resultados que deben ser alcanzados, funge
de convención mental, es decir, de emisiones de ondas cuyas sintonías adecuadas
atraerán a sí los elementos coadyuvantes, de acuerdo a la poderosa ley de
atracción.
El roble, tiene impresa en su semilla la
programación de lo que será una vez que ésta germine y se desarrolle como
árbol. Esa imagen “mental” de lo que
será es la meta claramente definida, enunciada e impresa en la semilla, con la
planificación exacta de los resultados que deben ser alcanzados una vez
germinada y en el proceso de su desarrollo.
Dicha programación atrae hacia las raíces o
le permite absorber del medio ambiente, selectivamente, las sustancias químicas
que le ayuden en su proceso de desarrollo para cumplir con el objetivo o meta
que le asignó la
Esencia Creadora Universal y/o -el respectivo maestro de la creación-.
El Rabdomante, o zahorí, cuando recorre
cierta extensión de terreno con su varilla -“bacchetta”- bifurcada en las manos, en busca de agua o de algún
mineral determinado, observa como la misma, accionada por una fuerza poderosa
ajena a su acción volitiva, se inclina hacia el lugar donde se encuentra el
agua o el mineral cuya convención mental mantiene en forma clara en su mente. Si la convención mental era agua, la varilla
del zahorí se inclinará inequívocamente hacia el lugar en donde existe agua y
así sucesivamente con cualquier otro mineral cuya convención mental se haya
adoptado como objetivo de búsqueda.
El autor, tiene un amigo, en la Provincia de Rágusa,
Sicilia, el señor V. I., en cuya hacienda, -en
una zona donde nadie solía encontrar agua-, con la ayuda de un zahorí,
ubicó una fuente de cuya tubería de cuatro pulgadas emana un chorro permanente
e inagotable de agua durante las veinticuatro horas, día tras día, año tras
año. Él quiso enseñarle el pozo, personalmente, en enero de 1981. Allí, era
fácil extasiarse contemplando en la lejanía una hermosa colina de floridos
almendros, ya que Sicilia posee algunos de los paisajes más bellos del planeta.
Aquí se descubre porque la persona con
mente estratega debe adoptar la correspondiente CONVENCIÓN MENTAL de los
resultados a que aspira alcanzar. Este es
un secreto poderoso muy antiguo.
Así como la semilla del roble siempre
producirá un roble y el rabdomante –zahorí
o radiestesista- encuentra el mineral acorde con su convención mental, la persona con mente estratega alcanza los
resultados que su meta claramente definida y enunciada por escrito le ha
llevado a programar la estrategia que fungirá de convención mental que atraerá
hacía sí, selectivamente, los elementos que coadyuven en su realización. Quien
esto comprende, tiene en sus manos la clave efectiva del éxito. El conocimiento
es poder si se usa y aplica correcta y éticamente, dando valor por valor y
haciendo lo mismo que a cada quien le gustaría recibir.
LEYES
DE LA CONVENCIÓN
MENTAL
Primera ley
En el reino de la
mente, lo semejante atrae a lo semejante. Según la imagen sostenida y
visualizada en la pantalla mental se materializa en la propia existencia.
Al efectuar una positiva selección de metas
y resultados aspirados, la naturaleza humana se encargará de hacer el resto,
con el propio concurso como canal de auto expresión.
Segunda ley
La mente para ser
efectiva, trabaja sólo una imagen a la vez, selectivamente y en su respectivo
orden de prioridad. Diferentes imágenes simultáneas neutralizan sus fuerzas
entre sí.
La naturaleza dotó al ser humano con un
mecanismo psico-programado efectivo para llevar a cabo su misión. Con él puedes
resolver cualquier cosa y realizar, oportunamente, todo objetivo realista y
alcanzable.
Toda meta es susceptible de ser dividida en
sub-metas y/o etapas parciales, las cuales realizadas, por separado, una a la
vez, en orden de prioridad, facilitan la labor de alcanzar la meta total.
Siguiendo
la aplicación práctica de estas poderosas leyes y principios de la
psico-dinámica del éxito, que enriquecerán integralmente tu vida, lleva a cabo
el siguiente experimento con el fin de desarrollar una nítida, clara, fuerte y
magnética convención mental que atraiga los resultados deseados y los elementos
adecuados a su consecución.
I. Enunciar, por
escrito, el objetivo, con la descripción clara de los resultados que deseas
alcanzar.
II. Planear cómo
piensas alcanzar los resultados, estableciendo fechas topes de realización.
III. Leer la
declaración que resulte tres veces al día, mañana, mediodía y noche,
visualizando en la pantalla mental los resultados como si…..ya hubiesen sido alcanzados.
En todo lo que hagas busca y encuentra la UNIDAD DE REALIZACIÓN a
la medida de tu capacidad creadora.
Esto significa determinar el promedio de
resultados que eres capaz de obtener en un período de actividad: un día, una
semana, un mes, un año, tres años o más. Luego, analiza cómo puedes optimizarlos.
Después de tres años de actividad continua, -y tomando en cuenta los últimos
tres años cuando se ha estado en la actividad un período mayor- el promedio que hayas obtenido te servirá de
guía para proyectar los resultados en la programación de objetivos para el período siguiente o el nuevo año que
empieza.
La culminación de una etapa permite
adquirir la suficiente fuerza y auto-confianza para abordar otras de mayor
envergadura. Todo camino, por largo que sea, se recorre dando un paso a la vez,
sin saltos ni intentando transitarlo todo de una vez.
La regla de oro, es: ubicar cada objetivo en el espacio y en el tiempo en base a su orden de
prioridad dedicándole el lapso debido para realizarlo uno a uno. Luego se
olvida de todo lo demás hasta que le llega su turno y esté de turno.
Tercera ley
La fijación de la
fecha máxima establecida para llevar a cabo cada etapa de la meta es el molde
que se imprime a los acontecimientos según el cual se plasma el contenido o
resultado.
La naturaleza ha fijado un lapso en el cual
debe ser realizada cada una de las actividades en los tres reinos naturales.
Cada una de las especies vegetales
fructifica en un lapso determinado. Así ocurre en todo. Debemos emular a la
naturaleza. Cada objetivo precisa un lapso para ser realizado el cual se
requiere calcular para fijarlo como fecha tope probable que constituya una
meta. Ello se traduce en una orden para el propio ordenador -computadora- mental que actuará en
consecuencias para alcanzar el logro en el tiempo prefijado. Funge de guía, de
meta y de estímulo para ir incrementando el esfuerzo suficiente para culminarlo
exitosamente, sobre todo cuando se va acercándose al momento oportuno en que su
factibilidad es posible.
Adelante.
Excelente articulo.....
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