©Giuseppe Isgró C.
- “Cuando te parezca que has de desistir en una empresa,
redobla tus esfuerzos porque está cercana la victoria”-.
Proverbio popular
-“Proseguid y amanecerá la luz que brillará con creciente
intensidad en vuestro camino”-.D`Alambert
-“Cuando...os parezca que ya no podéis resistir un
momento más, no os rindáis entonces a la adversidad, porque precisamente es el
punto en que las cosas pueden invertirse a favor vuestro”-.
E. Beecher Stowe
-En el acto de negarse a abandonar,
se activan los poderes creadores de la mente
y, oportunamente, se resuelven las situaciones o se
alcanzan los resultados esperados; este es el secreto supremo-.
Giuseppe Isgró Cattafi
Del seno
de la noche nace el alba. De la
tempestad emerge el arco iris, anunciando el buen tiempo.
Para tener
éxito en la vida se requiere tenacidad en los propósitos, fe en los resultados,
auto-confianza y determinación de triunfar, superando, creativa e inteligentemente,
cuantos obstáculos prueban tu fortaleza y coraje.
La
tenacidad es la puesta en práctica de la fe y la máxima expresión de su
efectividad. Querer alcanzar el triunfo es la clave de todo. Si tú crees,
puedes, siempre.
Ten
presente que, tú, eres tenaz por naturaleza y que al adquirir consciencia del
grado de tenacidad que posees la activas instantáneamente. Con cada acción que
emprendes, la fortaleces.
Forja,
cada día más y mejor éxito en todas las áreas prioritarias y esenciales de tu
vida.
Tu capital
lo conforman la combinación de: elevadas y bien definidas metas; acción
constante y firme voluntad de trabajo en pos de los resultados; honestidad,
fortaleza, templanza y buenos hábitos; sana aspiración de progreso; correcta
visión de la vida y de las oportunidades cambiantes, la cual incrementas con
una sólida cultura profesional y clásica.
Desarrolla,
gradualmente, tus actividades, con un programa a largo plazo. Sé una persona benefactora de la humanidad por los útiles y
filantrópicos servicios que prestas, siempre en un mejor nivel.
El 21 de
octubre de 1879, Tomás Alva Edisón, después de probar más de diez mil
filamentos diferentes, puso en funcionamiento la primera bombilla eléctrica, la
cual duró cuarenta y cinco horas seguidas. Posteriormente la perfeccionó. Fue
un triunfo de su genio inventor, sostenido por una fe inquebrantable y una
acción tenaz e inmutable, demostrando que todo es posible para la persona que
firmemente cree en las posibilidades de su objetivo.
Napoleón,
sostenía que la palabra “imposible” solo existía en el diccionario. Afirmaba:
-“Pienso luchar hasta el fin para conseguir mi ideal”-. Sus hazañas demuestran
su genio portentoso. El Código Napoleónico, redactado bajo sus directrices, es
un logro cuyos beneficios aún perduran.
Un antiguo
aforismo expresa: -“Todo lo que la mente
puede imaginar, el ser humano lo puede realizar”.
El secreto
de la tenacidad es el amor. –“Dónde amas,
allí está tu ser”-, dice un sabio proverbio.
Si amas tu
trabajo, tu misión y propósito en la vida, automáticamente, emerge del interior
la potencia suficiente que imanta la voluntad transformándola en invencible;
orienta la imaginación que abre nuevas vías de realización donde antes
inexistían caminos y convierte en tenaz el esfuerzo aplicado al trabajo creativo
y prospero que, paso a paso, y una a una, va conquistando todas las metas que
el ser humano se antepone, de acuerdo a las inquietudes de los tiempos, en sus
múltiples ciclos existenciales.
La
conciencia del propio deber, y derecho, necesidades y deseos, aspiraciones e
ideales, niveles de exigencias y anhelos de perfección, alimenta la tenacidad
cuando la voluntad requiere estímulo.
La
constancia en la acción debe ser gobernada por la razón y la meditación
reflexiva. Antes de emprender la realización de cualesquiera objetivos, es
preciso hacerse cargo probable de los resultados, para determinar si éstos, una
vez alcanzados, son satisfactorios y justifican el despliegue de energía,
recursos y tiempo, aplicados.
Una vez
tomada una decisión, es preciso persistir hasta el final, cueste lo que cueste,
única manera de fortalecer la voluntad y auto-estima y dejar de pasar a otra
cosa hasta haber alcanzado el resultado apetecido. Esta actitud fortalece la
confianza en sí y permite tomar pleno control sobre las situaciones y circunstancias antepuestas
a la propia atención.
Un
escritor o escritora de éxito, después de cierto número de obras, alberga la
certeza absoluta de que la nueva que emprende llegará a feliz término. Igual
confianza genera la persona que, a nivel de empresa, o profesionalmente,
emprende la realización de un nuevo proyecto.
Cada
persona exitosa sabe que, cuando la tarea llega a afrontar las pruebas mas
firmes, su tenacidad aplicada, con paciencia, serenidad, entusiasmo y amor, le
permiten recorrer, con efectividad, el camino que, directamente, conduce a la
meta aspirada.
Cuando se
introduce un clavo, en la pared, se observa una primera fase de fácil acceso;
una segunda que requiere martillar firme y tenazmente, una y otra vez, hasta
vencer la resistencia; en la tercera fase, llega el momento en que, un solo
golpe es suficiente. Hay que martillar hasta lograr el propósito.
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Parafraseando
a Simón Bolívar, podría decirse: -“El valor, la habilidad y la constancia hacen
la buena fortuna”-.
Todas las
cosas, cuando se afrontan con responsabilidad y firme decisión, siempre se
resuelven favorablemente.
Quienes
han bajado en un pozo, recuerdan como, en el momento de volver a la superficie,
se requiere hacer un esfuerzo adicional, de la voluntad, para salir. Asimismo
acontece en la vida, cuando se está más cerca de lograr un resultado, se
presenta un momento de prueba de fuerza, el cual es superado sólo por quienes
son más tenaces. Es una especie de selección natural en base a la fortaleza
suficiente y necesaria, en cada caso.
Recuerda
que, en cualquier situación en que te encuentres, desde el momento que te toca
afrontarla, es porque estás en condiciones de superarla con éxito, caso
contrario, la misma, habría dejado de presentarse.
La ley
cósmica expresa: -“Las situaciones encierran en sí mismas los recursos para
resolverlas, siempre”.
La clave
es la tenacidad, acompañada de la correcta visión de las cosas y de la asunción
de la responsabilidad que a cada quien compete, oportunamente.
La vida
ayuda a quienes se dejan ayudar, apoyando a quienes son tenaces, por cuanto aún
sin saberlo, son los instrumentos que el Creador utiliza para realizar la Gran Obra.
Cuando los
mineros excavan para encontrar una veta de determinado mineral, llega un
momento en que experimentan el impulso de abandonar; quienes persisten se
percatan, casi siempre, que con profundizar apenas unos centímetros más,
encuentran el preciado filón.
La vida
prueba la fe y la voluntad de cada persona poco antes de ofrecerles importantes
beneficios, para ver si son merecedores de tan importantes privilegios.
Sólo
quienes persisten, tenazmente, obtienen los anhelados resultados. La Ley
Cósmica expresa: -Cuando más intensa se vuelve la lucha y más a fondo se
experimenta la exigencia de la vida, más tenazmente hay que perseverar, por
cuanto, es cuando más cerca se está de la deseada meta, la cual se alcanza,
oportunamente y de la mejor manera, siempre-. En todos los tiempos ha sido así.
Toda
persona de éxito ha observado dos cosas:
la primera: después de enfrentar las pruebas menos fáciles, acto seguido ha
logrado los más grandes triunfos, lo cual demuestra el principio de que, en los
momentos en que se requiere emplearse más a fondo, se está más cerca de obtener
los mejores resultados. La segunda: la vida, después de época de abundancia,
somete a las personas a pruebas de mayor envergadura de las que hayan
enfrentado con anterioridad, como una preparación para alcanzar una evolución
ascendente en pos de su autorrealización.
Las luchas
templan la voluntad y permiten efectuar la plena evolución humana. Hay que
aceptar las pruebas de la vida con gratitud, paciencia, serenidad y
persistencia en superarlas.
Mientras
más intensas sean las exigencias de las circunstancias, más elevados serán los
beneficios una vez superadas las respectivas pruebas.
Los
obstáculos superados constituyen una preparación para las tareas de mayor
envergaduras que acto seguido la vida presentará. Quien persevera, vence.
Da las
gracias a la Inteligencia Infinita por las pruebas que te antepone en tu diario
vivir, por cuanto es indicio de que se te considera con merecimientos por las
responsabilidades inherentes, y, mediante su superación exitosa, alcanzas la
necesaria evolución en tu actual ciclo de vida, de acuerdo a la misión que has
traído.
Persiste,
tenazmente. Sigue adelante. Parafraseando a Séneca, podría decirse: -“Persevera
sin tener en cuenta cuanto has de experimentar, sino lo que has de conseguir, y, confía en tu honesto
cometido, tal como lo hace toda persona de bien. Considera lo que es
provechoso, seguro y prospero”.
Desarrolla
una efectiva tenacidad aplicando las siguientes reglas:
I. Define tu
propósito en la vida, estableciendo metas a corto, mediano y largo plazo por
escrito.
II. Planea,
estratégica y tácticamente, como vas a alcanzarlas. Después de conocer lo que
quieres, es preciso determinar como realizarlo. El plan detallado tiene un
efecto poderoso a la hora de la acción por cuanto permite precisar en que fase
prioritaria debe ser enfocada la atención y llevar a cabo la acción respectiva.
III. Establece una
curva de resultados factibles de ser alcanzados, en el espacio y tiempo. Es
decir, la fecha tope dentro de la cual obtener el respectivo logro. Este es uno
de los secretos más poderosos para optimizar la propia acción, por cuanto todo
objetivo para ser realizado precisa un tiempo determinado –en el mejor y en el
menos favorable de los casos- el cual debe ser claramente definido, de manera
que, al irse acercando a la meta se conserve la confianza de su factibilidad.
IV. Espera lo mejor
aún en los momentos en que tu tenacidad es puesta a mayor prueba.
V. Ten valor y
confianza en ti y en la vida: por la Ley de Abastecimiento Cósmico o Provisión
Universal, oportunamente, obtendrás los recursos que requieres de donde menos
lo esperas.
VI. Avanza. A pesar de cuantos obstáculos se
interpongan, siempre persiste un poco más. En los momentos menos fáciles,
cuando se requiere una salida, se abren las puertas adecuadas, emergiendo del
interior nuevas y más poderosas fuerzas que permiten alcanzar las metas, el
equilibrio, la armonía y el nuevo orden cósmico que corresponde. A pesar de
todo, sigue adelante tenazmente. Nadie sabe cual es su máxima capacidad de
resistencia y poder hasta que las circunstancias le prueben para darse cuenta
de que, en lo interno, reside el poder suficiente para resolver toda situación,
siempre; con cada prueba superada, se adquiere mayor confianza para afrontar
con éxito la vida.
VII. Aplica la
concentración de esfuerzos, haciendo una cosa prioritaria a la vez, para evitar
el despilfarro de energía; así podrás resolver cualquier situación, siempre.
VIII. Llena tu mente,
en todo momento, de pensamientos de progreso, abundancia, prosperidad, salud,
fortaleza, energía, triunfo, paciencia, tolerancia, amor y gratitud. Mantén la
actitud mental positiva. La tenacidad es un estado interior que se cultiva y
desarrolla en su máxima expresión para alcanzar más y mejor éxito en la vida;
pero, por encima de todo, la realización de la propia misión existencial.
IX. Especialízate.
Ten presente que el 20% de tus actividades genera el 80% de los resultados que
obtienes, y, el 80% de lo que haces, produce sólo el 20% de los mismos.
Centrándote en
las primeras dispondrás del 80% de tu tiempo libre para incrementar tu
efectividad.
X. Relájate a nivel
físico, mental y espiritualmente. La mente en calma genera poder y actúa
creativamente, generando resultados positivos y satisfactorios.
XI. Reflexiona
meditativamente, -en estado de
interiorización-, primero,
haciéndote cargo probable de los resultados que obtendrás una vez llevada a
cabo la acción y luego actúa con firmeza el tiempo suficiente y con
expectativas positivas, hasta lograr las metas genuinas de tus propósitos.
Conserva a la vista los resultados que buscas alcanzar. Los antiguos latinos,
expresaron: -“El agua blanda y la piedra dura, gota a gota se hace la
cavadura”. Es decir, la gota de agua constante orada la roca.
XII. Detrás de toda
obra exitosa existe una mente preparada, decidida y tenaz, que con trabajo
suficiente y dedicación constante demuestra la fe que ha tenido en la utilidad
de su trabajo como eslabón del progreso universal.
XIII. La tenacidad es
la manifestación de la voluntad divina dentro de cada ser, que busca
expresarse, ubicándolo en el nuevo orden cósmico que le corresponde de acuerdo
al esquema de los planes del Gran Arquitecto del Universo.
XIV. ¡Que el Creador te
ilumine, guíe y proteja! Haz bien tu obra y cumple tu misión, en la vida, con
amor, confianza, paciencia, honradez, tenacidad y espíritu agradecido.
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